El asunto quedaría ahí, de no ser por la posterior aparición de los llamados vladivídeos. Ahí, quedó registrada, no sólo la entrega de millonarias a sumas a Calmell, sino un revelador diálogo entre Montesinos y Calmell en el que ambos coordinaban el inicio de una campaña, en Expreso, contra el entonces candidato presidencial por Solidaridad Nacional, Luis Castañeda Lossio (actual alcalde de Lima), vinculándolo al entonces asilado líder del APRA y ex presidente, Alan García Pérez. Según la trascripción del vladivídeo Nro. 1753, de setiembre de 1999, Calmell le dice a Montesinos: "Olivera podría" (encargarse de armar la campaña contra Castañeda). Montesinos, en lugar de sorprenderse de que se mencione a Olivera o rechazar la propuesta responde llanamente: "claro, él podría". Apenas un par de días después de esta conversación, el 17 de diciembre de 1999, Expreso titulaba en portada "Castañeda en contubernios con el reo contumaz (Alan García)". ¿Supo Olivera alguna vez que había servido a los propósitos del mismísimo Montesinos?, todo indica que no, que nunca lo supo y que Calmell se cuidó muy bien de hablarle de la relación que cultivaba con el Doc, no obstante Olivera demostró también que en el mundillo de la intriga y de las campañas de demolición, nadie sabe para quién trabaja.
De aquí en adelante los acontecimientos se precipitan. Alberto Fujimori vence por estrecho margen a Alejandro Toledo en los comicios presidenciales del 9 de abril del año 2000 y logra la re reelección en segunda vuelta y como único candidato, en junio. En esos comicios Olivera es elegido nuevamente congresista junto a otros 7 correligionarios del FIM. Entre esa fecha y el cambio de mando del 28 de julio, Montesinos consigue que una decena de parlamentarios abandonen las filas opositoras y se unan al oficialista “Perú 2000”, a cambio de dinero en efectivo. Mientras tanto miles de peruanos por fin levantaban la voz denunciando a la mafia fujimontesinista. En las plazas se lavaban banderas y las calles fueron tomadas por miles de peruanos en la marcha “de los cuatro Suyos”, que encabezó Toledo. Aún así, el 14 de setiembre de ese mismo año, la dupla Fujimori-Montesinos parecía haber capeado el temporal y que se saldrían con la suya. Empero, ese día en una conferencia de prensa Fernando Olivera, difundió el primer vladivídeo. Por fin los peruanos pudieron ver la prueba que levantó el velo de sus ojos, cuando vieron aparecer a Montesinos comprando al congresista Alberto Kouri por 15 mil dólares en efectivo. Fue el fin del mundo, Fujimori anunció su renuncia apenas dos días después mientras urdía un plan para fugar del país. Las cámaras de televisión ingresaron esa noche en el departamento de Olivera, allí Luis Iberico, Fausto Alvarado, Ernesto Gamarra y el propio Popy se abrazaban, reían y celebraban alborozados. ¡Popy se tumbó al chino!, ¡Popy se tumbó a Vlady!, festejaban todos.
Nada más cierto, tras haber sido ofrecido y rechazado por personajes allegados a Alejandro Toledo, finalmente el vídeo había llegado a manos de Olivera y éste no desaprovechó la oportunidad de darle el golpe de gracia a un régimen corrupto y que ya hacía agua por sus cuatro costados. Por ello pareció algo perfectamente válido que Olivera aspirara a la presidencia de la República y postulara como candidato al año siguiente.
Lo primero que hizo Olivera entonces fue, borrar de golpe y plumazo de su lista de amistades a Ernesto Gamarra y a Eduardo Calmell del Solar. El destape de los vladivídeos fue como abrir una caja de pandora y Gamarra, su principal socio y brazo derecho en el FIM, apareció en uno de ellos recibiendo 3 mil dólares de manos de Luis Venero, un sujeto vinculado a Montesinos, comprometiéndose a cambio a desviar cierta investigación periodística. En la cinta no aparecía Montesinos, la suma recibida era pequeña y evidentemente se trató de una emboscada en la que Gamarra cayó redondo. El asunto, en todo caso, era "defendible", pero ya Olivera había decidido bajarle el dedo a su amigo y nunca más volvió a dirigirle la palabra. Gamarra fue preso junto a otros 107 personajes ligados a la corrupción, entre ellos, claro está, Eduardo Calmell del Solar, quien apareció en otros cuatro vladivídeos recibiendo 3,5 millones de dólares de manos de Montesinos.
Tras la renuncia a la presidencia, vía fax y desde Japón de Fujimori y la convocatoria a nuevas elecciones por el presidente provisional Valentín Paniagua entre el fines del año 2000 y los primeros seis meses del 2001, la situación política del Perú dio un vuelco total. La campaña del verano del 2001 fue feroz y Popy desplegó sus mejores artes en el empeño de conseguir su propósito, fiel a su estilo y estrategia, la emprendió con todo contra quienes consideraba sus dos principales contendores: Alan García y Alejandro Toledo. Empero, las acusaciones contra García ya eran de larga data por lo que Olivera enfiló sus baterías hacia Toledo. Según recuerdan claramente los integrantes de la bancada del FIM, de 1995 al 2000, Olivera sentía ya enorme antipatía y desprecio hacia Toledo, de quien se refería con gruesos calificativos de corte racista. Durante la campaña del 2001, Olivera llamó "mentiroso" a Toledo decenas de veces, le enrostró a el no haber comprado el vídeo Kouri-Montesinos y sugirió que Toledo habría negociado con Montesinos entre la primera y segunda vuelta electoral del 2000.
"En el último encuentro que tuve con él, en que me quiso abordar, fui cortante... le dije: con alguien que miente como tú no puedo conversar", dijo Olivera al diario El Comercio, el 2 de abril del 2001, apenas una semana antes de los comicios.
No hay comentarios:
Publicar un comentario